¿Porque deje el cristianismo?


Yo nací católico romano, pero cuando tenía nueve años mis padres dejaron la «Iglesia» y se convirtieron en miembros de la denominación la «Asamblea de Dios». Lo qué ellos no comprendieron era que habían cambiado sólo los aspectos exteriores, superficiales, de su religión mientras mantenían en su interior las doctrinas y errores de Roma. Todavía basaban su fe en un libro que ha estado en manos de Roma y su sacerdocio durante siglos, el llamado «Nuevo Testamento». ¿Qué sentido tiene que un hombre cambie sus ropas, si su cuerpo todavía se mantiene sucio y sin lavar?


Cuando ingresé en las fuerzas armadas, era activo «dando testimonio de Cristo», y así entré en contacto con hombres de todas las fes, incluso con judíos. ¡Yo siempre me había preguntado por qué los judíos, el propio pueblo de Jesús, habían resistido valientemente todos los esfuerzos que la Iglesia, durante siglos, ha hecho para convertirlos! El fuego y fuerza no podrían romperlos. ¡Aparte de un manojo de renegados y neuróticos, que de vez en cuando han abandonado, Israel ha dicho firmemente «NO» al Cristianismo, en todas las épocas! Alabado sea YHVH, el Santo de Israel. ¡Ahora entiendo por qué!

¡Un día, después de intentar convencer a un conocido de que debe leer el Nuevo Testamento, finalmente tuve que admitir que un libro no es ningún sustituto de la realidad! ¡No se puede demostrar, blandiendo un libro, que alguien es o puede ser un «mesías» que ha salvado al mundo! ¿Ha sido salvado el mundo por Jesús? ¿Pueden perdonarse nuestros pecados simplemente creyendo que han sido perdonados? ¿Puede la fe reemplazar las «buenas obras»? Yo empecé a reexaminar seriamente las doctrinas del Cristianismo y sus afirmaciones a la luz del llamado «Viejo Testamento» (ni es «viejo» en el sentido de haber sido invalidado y desechado, ni un «testamento»). Empecé a escudriñar los principios básicos del «Nuevo Testamento» tal y como aparecen, sin tener en cuenta las explicaciones de las sectas o iglesias. ¡Esto puede ser revelador y también puede dejarte aturdido! ¡Por ejemplo, nosotros leemos en Juan 3:16; «¡De tal manera amó El Creador al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.!» ¿Algunos pueden pensar que era sumamente bueno por parte del Creador permitir que su «único hijo» muriese por usted y por mí, pero.. ¿Cuales son las implicaciones reales de esta declaración? 

En primer lugar, significa que El Creador aprueba el sacrificio humano, una idea incompatible con lo que está escrito en la Ley y los Profetas. ¡En segundo lugar, significa que El Creador odió y engañó tanto a los Israelitas que él los condenó automáticamente a ser culpables dándoles una ley que ellos no tendrían posibilidad de obedecer! ¡Por tanto, todas las generaciones entre Moisés y San Juan Bautista «fueron al infierno» por antojo divino! En tercer lugar, significa que El Creador no era capaz de perdonar nuestros pecados sin el derramamiento de sangre (a pesar de lo que el propio Creador dice en Isaías 43:25). ¡Si El Creador hubiera «amado» al malo y pecador del mundo, Él podría perdonar todo el pecado sin que Su «hijo» hubiera tenido que ser asesinado! He aquí otra gema teológica de Pablo, el judío apóstata que después se convirtió en «santo»: ¡»donde no hay Ley, tampoco hay transgresión»! (Romanos 4:15)—-«yo no conocí el pecado sino por la Ley; y tampoco conocería la codicia, si la Ley no dijera: ‘No codiciarás’ «! (Romanos 7:7)—-«Y yo sin la Ley vivía en un tiempo; pero al venir el mandamiento, el pecado revivió y yo morí. Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte, porque el pecado, aprovechándose del mandamiento, me engañó, y por él me mató.» etc. etc. etc. (ibid., versículos 9-11).

El pobre Pablo estaba obsesionado por el pecado. Todo lo que tenía que hacer era leer las leyes Mosaicas contra la codicia, el adulterio, el asesinato, etc. e inmediatamente sentía un impulso irreprimible por codiciar, cometer adulterio, asesinato etc. Así que inventó un mecanismo por el que la ley fue «eliminada». ¡Ya que los hombres muertos no continúan bajo la ley (?), todos nosotros debemos «morir» (creyendo en Cristo crucificado) ser enterrados (simbolizado por el bautismo) y resucitar a una nueva vida sin la «vieja» y carnal ley Mosaica que nos incordia e incita a pecar! (vea Romanos, ver. 6). ¡Ahora estamos «libres de pecado» porque no hay ninguna ley contra el pecar! ¡De nuevo estamos sin ley contra el pecado!

Después de haber visto la verdadera luz de la Palabra del Creador (YHVH) en las Escrituras Hebreas, ya no tengo que admitir todas estas enseñanzas absurdas. Yo ya no tengo que creer que un hombre en quien «habita corporalmente toda la plenitud de la Divinidad» (Colosenses 2:9) haya sido ascendido a una montaña por Satanás (¡Satanás no era tan tonto!) ¡y se le ofreciera el dominio de la tierra! (Lucas 4:6) ¡No continuaré creyendo que un hombre «semejante al Creador» (Filipenses 2:5-6) fuera desamparado por El Creador y tuviera que clamar al Creador por su salvación, Mateo 27:46)! ¡Ya no tengo que creer que la tercera persona del Omnipotente Creador tuviera que volverse «hombre», sólo para averiguar cuan duro es ser hombre para así  sentir misericordia por la humanidad! Usted puede estar seguro que nuestro Misericordioso Padre conoce nuestras debilidades y tentaciones sin llegar a morir en una cruz.

¡Ahora sé que todo el concepto de un dios-hombre que ha sido muerto, enterrado y resucitado es una doctrina pagana común a los cultos de baal, adonis, y mithra de Canaan y Hellas, y NO una doctrina de la verdadera Escritura de YHVH! ¡Ahora sé que si yo me arrepiento sinceramente y HAGO lo que YHVH quiere que yo haga, me salvo del pecado (Ezequiel 33:14-19)! Y sé que es YHVH nuestro Redentor el ÚNICO VERDADERO SALVADOR (Isaías 43:11) y que es Él quien perdona nuestros pecados (ibid., versículo 25). ¡También sé lo que YHVH requiere de mí – no exige sacrificios humanos o de sangre; sólo hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con mi Salvador, YHVH (Miquéas 6:6-8)!

¡A mi hermanos cristianos digo yo como conclusión, desembarazaos hoy de todas las doctrinas paganas de Canaan, Hellas y Babilonia-Roma, y venid hoy a YHVH el Único y Sólo!

A mis nuevo hermanos que he encontrado en Israel digo yo: ¡proclamad el nombre de YHVH, libraos de las tradiciones y supersticiones de hombres y volved a los principios de su verdadera fe antigua contenidos en el «Tanach», la Biblia hebrea, sed testigos de a estas verdades, traed luz a toda la humanidad, cumplid vuestro destino!

¡Hallelu-Yah!

¡Amén!

Atentamente, Marc Di Leone

Este testimonio se reimprime por la «Luz de Israel»,

M. Alfandari, Director,